Seguí pensando
tanto, tanto, tanto tiempo en que la gente iba a cambiar, en que iba a
volver todo “a la normalidad”… y solo era cuestión de aprender que eso no era
normalidad, era justamente algo extraordinario, sobrepasaba las leyes de lo
real y se fundía en la fantasía mas hermosa de todas, esa no era la realidad,
la realidad es ahora cuando hay que despertar del sueño, y una confunde, se confunde. Esto duele más que
cualquier cosa, y por eso puedo decir, que si aprendí algo de la vida, es que no hay peor error que idealizar.
1 comentario:
Hay que abrir los ojos y ver lo que hay que ver, aunque lo que haya que ver nos estruje el corazón.
Me encantó, y aguante salta la banca!
Un saludo
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