Es decir, camino a la cocina, lleno de agua la pava, la apollo en la mesada, para abrir la perilla del gas, prender un fosforo, prender la ornalla, y poner así, el agua a calentar.
Luego de los respectivos minutos, sacar el agua y vertirla en la taza donde minutos antes puse el saco de té de peperina, abrir el tarro de azúcar, y que hay? NADA, vacío. Maldecir. Putear. Ir al almacén.
Llegar al almacén (frente a casa), agarrar el azúcar, pagar, ir a casa, ponerle azúcar al té, probarlo.
El té se enfrió.
¿Conclusión?
Si en el tarro no hay azúcar, mejor tomar un vaso de agua: No hay peor cosa que té sin azúcar.
La vida sin azúcar no se vive gente.
Nota: Aprender a encontrar el azúcar, viviendo la vida, y no pasar la vida buscando azúcar.
2 comentarios:
Yo le pongo edulcorante o lo tomo sin.
La primera porque me acostumbre, no le siento el gusto a la azucar; y lo segundo de vaga.. cuando te llevas un te a la cama, y no le pusiste nada.. acostada te da toda la fiaca salir jajaja
Saludos para voce! (:
es el tema de la semana, el azúcar... beso Lara!
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